El Tonómetro: guardaespaldas ocular

Para comprender la importancia del tonómetro empecemos por imaginar el ojo como un globo con dos tipos de sustancias. A estos se les llama humor vítreo y humor acuoso. El primero tiene una consistencia más gruesa, como un gel transparente. El segundo es líquido y tiene como función nutrir la córnea y el cristalino, además de mantener la presión dentro del ojo. A esta se le llama Presión IntraOcular, PIO, y su adecuado drenaje es esencial para el buen estado del nervio óptico.

El tonómetro es el instrumento médico que el oftalmólogo utiliza parta medir la tensión de ese fluido. Un aumento de la PIO puede ser un signo de glaucoma, enfermedad que, si no se trata, puede causar daño al nervio óptico y pérdida de la visión. Por el contrario, una PIO demasiado baja también puede indicar problemas subyacentes.

Existen diferentes tipos de tonómetros, pero todos comparten el mismo objetivo: medir la fuerza necesaria para aplanar una pequeña área de la córnea. Al conocer esta fuerza, se puede calcular la presión intraocular. Algunos de los tipos más comunes de tonómetros son:

  • Tonómetros de contacto:
    • Estos tonómetros requieren contacto directo con la córnea del paciente.
    • El tonómetro de aplanación de Goldmann es el estándar de oro en la medición de la PIO.
    • También existen tonómetros de contacto portátiles, útiles para mediciones en niños o personas con movilidad reducida.
  • Tonómetros de no contacto:
    • Estos tonómetros, también conocidos como tonómetros de aire, utilizan un chorro de aire para aplanar la córnea y medir la PIO.
    • Son una opción menos invasiva y no requieren anestesia ocular, lo que los hace ideales para exámenes de detección masiva.

Este es un examen prácticamente de rutina en la consulta médica, para evaluar el buen estado de la visión del paciente. Es un procedimiento rápido y generalmente indoloro, aunque dependiendo de la personalidad, edad o condiciones físicas de quien acude es normal tener nervios o aversión a los equipos e instrumentos especializados. Y esto lo sabe el especialista. Según el tipo de equipo utilizado puede que se requiera aplicar un anestésico tópico en el ojo para adormecer la superficie, antes de medir la PIO.

Su relevancia puede resumirse en tres aspectos clave:

  • Detección temprana del glaucoma: Un paciente a menudo no presenta síntomas de glaucoma en sus primeras etapas. La tonometría regular es esencial para detectar un aumento de la PIO y así iniciar el tratamiento a tiempo.
  • Monitoreo del tratamiento: Si una persona está siendo tratada por glaucoma u otra afección que afecta la presión ocular, la tonometría permitirá al médico evaluar la eficacia del tratamiento.
  • Evaluación de la salud ocular general: La presión intraocular es un aspecto de la buena visión, pero es un indicador importante.

La periodicidad de una tonometría dependerá de cada caso, además de la edad, historial médico y factores de riesgo para el glaucoma. El oftalmólogo recomendará cuándo hacer esta prueba y así detectar esta enfermedad silenciosa en sus etapas iniciales y prevenir la pérdida de visión.

Los tonómetros son, sin duda, unos excelentes aliados y guardaespaldas de la buena salud visual.

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